Hace mucho tiempo alguien dijo: "Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad", el día en el que pisó el hombre por primera vez la Luna pero desde hace muchísimos años, el dios de la guerra ha estado presente entre nosotros, Marte o Ares, inclusive Huitzilopochtli como algún gran autor de fantasía lo toma, ha estado siempre ahí, rojo, vigilante en el espacio; incentivando a la humanidad a alcanzar una mayor conquista cada día.
Mientras en nuestro querido país se levantan marchas, saquean tiendas 24 horas, se para el tráfico, se hunden las calles y el metro cada día se llena más, en nuestro vecino del norte dio un paso más en la exploración espacial, Orion tuvo su vuelo de prueba y despegue el cual, fue todo un éxito.
De igual manera, esta semana murió Vicente Lereño, cuentista mexicano, "constructor de historias". Vicente Lereño fue un escritor mexicano oriundo de Guanatos, escribió varias obras entre las que se encuentra "La vida que se va". Les mentiría que soy un arduo fan suyo y mucho más aún si les dijera que he leído alguna de sus obras, me he enterado por un mail de un sitio web al que me suscribí hace mucho y que pensaba dar de baja, por suerte no lo hice. Si se preguntan el por qué, pues es porque gracias a ese mail he conocido a Vicente Lereño, de quien espero comprar exactamente la obra que les he mencionado: "La vida que se va". Este autor era un ingeniero que estudió periodismo para poder escribir, así de sencillo. Espero ya hayan visto la relación aunque no, no estudiaré periodismo.
Marte, un viejo dios de la humanidad se encuentra más cerca, lo cual nos abre un sin fin de posibilidades ya que una vez que se llegue a Marte y la primera comunidad logre sobrevivir allá, la exploración del hombre solo se podrá ver interrumpida por sus estúpidas ambiciones o invasión alienígena.
Hace varios años apliqué para un beca con el gobierno japonés, estaba aún más verde que hoy pero aún así logré llegar hasta la última etapa aunque ahí recibí un no, bastante esperanzador, aunque solo ahora me doy cuenta de ello. Me decían que no para que siguiera intentando, pero no lo hice pues la -falsa- promesa de un empleo que me llevara a la puerta se atravesó ahí y como un inocente cervatillo caí en la trampa del cazador. No me arrepiento como tal, pues aprendí varias cosas, conocí muchas cosas y aumenté mi experiencia. De igual manera solo ahora, años después me doy cuenta que nunca estuve decidido al 100%, no tenía la certeza de querer pagar el precio requerido.
¿Pero entonces que está allá en el cielo oscuro, tan lejano pero tan tentador, tan alcanzable como para motivar a perseguir sin escusa alguno?
¿Dónde está mi Ares y cuando comenzaré con mi Orión?
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| Yuuki de los Sleeping Knights (SAO II) |
Buscando una frase del anime SAO me topé con un spoiler bastante fuerte porque no he visto el último capítulo pero bueno seguro que me impacta de la misma manera y es que son esas ganas de luchar las que a veces me hierven en la sangra y me hacen querer tomar a mi esposa de la mano y correr a un mundo mejor pero aún no es la hora.
¿Será que en verdad no era de esta época y tiempo? No lo sé la verdad, pero lo que si sé es que ya tengo mi "a" y que posiblemente las letras representen mi "b" y como me dijo un buen amigo, solo falta seguir buscando para completar la ecuación: "a+b+c+d+e+..." y posiblemente así llegar un día a la cama y decir: "No importa que mañana no despierte".
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