Este año decidí buscar ramen en la CDMX. Por el antojo, causado en gran medida por las series japonesas de cocina que he visto en Netflix (Samurai Gourmet y Midnight Dinner: Tokyo Stories) y obviamente, Shokugeki no Soma, en Crunchyroll.
Por mi zona de trabajo, la Verónica Anzures y sus colonias aledañas, hay varios restaurantes japoneses y coreanos, de los cuales he probado unos 4 o 5, teniendo varios pendientes.
En uno de los mejorcitos que había probado, me tocó aquel día estar en la mesa de a lado de un chino, quien me hizo la plática y me comentó que aquel caldo de ramen estaba pasable pero le faltaba mucho para ser un verdadero plato de ramen (su hermano tenía un restaurante de ramen en Estados Unidos). Desilusión la mía pues personalmente me había gustado aquel caldo.
Con aquello en mente, continué la búsqueda y, el día de hoy, encontré un restaurante que está bastante escondido, como un buen tesoro: Mukyu.
Mukyu es un restaurante pequeño escondido en Herodoto 53-A, en la colonia Anzures. A diez minutos de mi oficina actual. Su calificación en google -al momento de estar escribiendo esta reseña- es de 4.6 estrellas, lo cual fue suficiente para decidirme a probarlo.
Al entrar al pequeño local (no es para más de 25 personas), tuve la primera señal positiva del lugar: dos personas de ascendencia japonesa (hablaron un poco de japonés) estaban en el lugar, ya pidiendo la cuenta. No había más gente pero con eso bastaba más que suficiente para tener buenas expectativas del lugar.
Ya en el lugar pedí un "Tonkotsu ramen" pero tristemente no había, para quienes no lo conozcan, es un ramen de caldo más espeso y es básicamente el platillo que me hizo comenzar la búsqueda. Dada la triste situación, pedí una sugerencia por lo que me trajeron el ramen cuyo composición es la misma pero es de un caldo más ligero. Debo decir que los platillos de ramen no son baratos, pues los precios iban desde 215 hasta 315 por plato, por lo que si buscan comida japonesa económica, no es el lugar.
Agregué el "paquete" a mi pedido, el cual incluía Té verde, Arroz y 3 Gyoza. Estás últimas ya las había probado en otro restaurante debido a que se me habían antojado al ver una serie de documentales de comida en Netflix también (Ugly Delicious), así que más o menos sabía que esperar.
La cuenta fue de un total de 350 MXN + Propina, lo cual es casi lo de la semana de comidas en una fonda así que la apuesta era agresiva. Bien mi padre decía: en salud y comida no escatimes dinero.
Y pues la sorpresa fue que el ramen estuvo DELICIOSO, SUBLIME, ¡SOBRESALIENTE!
La verdad, hasta ahora es el mejor ramen que he comido en mi vida, Mukyu presume de tener un ramen de receta igual al de la región de Yokohama y ya lleva 12 años de negocio por lo que eso habla bastante bien de ellos. Las porciones son generosas y acorde a lo que están costando, la atención del personal es muy buena aunque si tienes prisa quizás te desesperes un poco. 5 de 5 estrellas por mi parte, quizás si fuera más barato sería la gloria pero prefiero que sea un gusto culposo de vez en vez.
Ya para retirarme, llegó una familia de japonesas a comer por lo que reiteré que, al menos, si se tenía un sazón como el de Japón. Esto último lo confirmé en Google Maps y FB, al ver comentarios de japonesas que aseguraban que el sabor era bastante similar al ramen de su tierra, así que si quieren probar ramen estilo Yokohama sin salir del país, esta es la opción.
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