Este año he estado muy flojo para leer en el camión, y en cualquier otro lado. He leído MANGAS (I am a Hero, Ghost in the Shell, GUNM, entre otros) pero casi nada de novelas. Diversas cosas han pasado y cada día me harto más de la vida Godínez así que decidí -con mucho esfuerzo-, retomar la escritura.
Hace unos meses me fui de viaje a Tecolutla, con mi esposa y unos amigos. El viaje estuvo bastante amena a pesar del pinshi calor que hacía. Estando ahí, varias veces sentí la necesidad de escribir una historia, por lo que estuve escribiendo a mano unos bosquejos para una novela durante mi estancia en ese pueblo de Veracruz. Finalmente, he comenzado a darle forma.
Para quienes me conocen, o al menos son lectores de este blog, saben que uno de mis escritores favoritos es Haruki Murakami. Su manera de mezclar lo real y lo irreal me fascinó desde la primera vez que lo leí. Ahora, tratando de motivarme a seguir escribiendo, releí "Tokyo Blues (Norwegian Wood)", un libro que muchas personas afirman es de los "peorcitos" o "mediocres" de Murakami.
Personalmente, a mi se me hacía un libro que valía la pena leer pero nada más. Pero ahora, tras la segunda lectura, mi opinión ha cambiado de parecer. El libro es bueno, no es sin duda el mejor, pero es bueno. Quizás sea la mayor cantidad de vivencias que tengo ahora lo que me permiten ver otras cosas que no vi en ese entonces. No vi ciertos detalles, no entendí ciertas descripciones, no desperté la empatía con los personajes. Fuese lo que fuese, leerlo otra vez ha sido una agradable vivencia y esto me ha llevado a querer releer algunos otros libros. ¿Encontraré nuevas cosas? ¿Descubriré otras que se ocultaron a simple vista? No lo sé, pero lo que si es seguro es que será todo un nuevo viaje.
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