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Books and anime reviews, when I have time; I wrote tales, stories and unfinished novels (for now). Hobbies too and reflections. Mainly Spanish, sometimes English and maybe something in Japanese.

lunes, 15 de diciembre de 2014

[ESP] El difícil olvido de antaño (Cuento Corto)

El difícil olvido de antaño

Cuando Isabel entró a su casa, había una carta en el recibidor. Un sobre blanco, sin ninguna seña en particular ni remitente, solo con su nombre escrito en una elegante escritura.



Aquello le había extrañado completamente, fue como un parte aguas en su estructurada rutina diaria así que como el efecto le dictaba, despertó su curiosidad y dejó caer su maletín del trabajo junto a la puerta de la entrada, había dado el primer paso cuando recordó que sería conveniente cerrar la puerta, por cualquier cosa.

Tomó el sobre y lo abrió con las uñas, burdamente. Sacó la carta y leyó:

Los días en los que te arrancaba la ropa interior entre mordidas y gemidos quedaron atrás para ti. Tiempos en los que acercabas tu cuerpo desnudo para encender las pasiones más salvajes son, ahora, solo tiempos de un recuerdo viejo que como una vieja fotografía en color sepia, tiene las esquinas rotas, la imagen deteriorada, y no son más que simples recuerdos de sus tiempos mejores.
Te abrazo sin incomodarte, te toco para despertarte. Despiertas al nuevo día pero las pasiones siguen dormidas. Mi cuerpo palpita, mi cerebro estalla en millones de recuerdos que convierte en vívidas imágenes de aquellos tiempos de ayer que, de no ser porque tengo los ojos abiertos de par en par, podría jurar que son imágenes vivas de lo que debe pues no se comparan con el frío presente que miro en esos instantes.
Te amo.
Sin lugar a dudas te amo pero mi cuerpo pide la cuota acostumbrada de placer. Te abrazo con fuerza sin que notes como mi cuerpo se estremece, aullando la necesidad de estar dentro de ti. Podría acariciarte cada curva de tu cuerpo pero sería algo incómodo en estos momentos así que prefiero engañar a mi mente y pensar que esa era cosa del pasado, eso era el antes y esto es el ahora. Sí, prefiero engañarme; el ritmo de vida que ahora tenemos es totalmente diferente. Hay,  hay, hay, hay… hay tantas cosas que no sé ni porque diablos las hay. No sé quién fue el idiota que inventó tantas tarugadas.
Agarro con fuerza la sábana pensando que lo que estrujo es alguna de tus curvas, tu trasero, tus senos, tus caderas, me da igual a estas alturas.
Por eso salgo de la cama y me doy una ducha fría todas las mañanas, fría como un balde de hielos para tranquilizar a mi cuerpo.
Es la vedad, te amo a pesar de esto y a falta de aquello. Te amo y es por eso que me es tan difícil olvidar aquellas sensaciones de antaño.

Hoy no llego a cenar.

Se miró por unos instantes en el reflejo del espejo. Era hermosa, tenía un rostro fino y unos ojos profundos que era difíciles de soportar, su cuerpo estaba en forma y si se soltaba el cabello se veía más preciosa que cuando se lo peinaba para ir a la oficina.

Colocó sus cosas sobre la mesa, la carta y su maletín, y se dispuso a ir directo a su cuarto de estudio pero tras una breve duda, se detuvo. Soltó su cabello y dejó el saco sobre la silla de cabecera, esta vez decidió subir a su habitación.

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