Dentro del "lore" de Warhammer 40k creo (al menos hasta hoy, con lo que llevo leído que no es mucho pero tampoco poco) que no existe historia más dramática que la de los "Mil Hijos". De igual manera no existe destino tan fuerte de llevar en hombros como el de los "Lobos Espaciales".
Los Libros "Los Mil Hijos" y "Próspero En Llamas" son un par de novelas escritas por Graham McNeill y Dan Abnett, respectivamente, que pueden considerarse dentro de las mejores novelas escritas dentro del universo de Warhammer 40k. En un principio estaba inclinado por escribir una reseña de cada uno de los libros pero al final me terminé inclinando por una reflexión conjunta puesto que ambos libros deben de leerse uno después del otro, sin lugar a dudas.
En fin, ahora si que sin más preámbulos, que arda Próspero.
Los Mil Hijos (Graham McNeill), nos relata la historia del ataque que sufrió esta legión a manos de los Lobos Espaciales, todo desde su perspectiva.
En este libro, se nos presenta una legión fiel. Sí, leyeron bien, bastante fiel y leal al Emperador solo que con un gran hambre del conocimiento sobre el "Warp" dadas las cualidades genéticas que poseían y su extrema facilidad para lo mismo. Pero esto mismo hizo que fueran, incluidos su primarca, condenadas y atrapados por las mismas criaturas que creyeron les ayudarían a salvarse de su fatídico destino.
A pesar de los problemas y prohibiciones que se dan en su contra, la legión busca sobre todas las cosas evitar la traición de Horus y cuando esto se vuelve inevitable, tratar de alertar al Emperador para evitar un gran derramamiento de sangre lo cual no consiguen y solamente atraen hacia ellos el fatídico destino que parecía ya predestinado para ellos, la exterminio a manos de los ejecutores del Emperador, sus "perros" asesinos: Los Lobos Espaciales.
A manera de contra parte, Prospero en Llamas (Dan Abnett), nos relata la batalla desde la perspectiva de los Lobos Espaciales y, al igual que en Los Mil Hijos, se nos presenta a una gran legión fiel y comprometida con su destino, se nos envuelve en su mística y se nos presenta a una legión que no es como las demás legiones del Emperador la ven: no son solo perros asesinos sino unos ejecutores expertos y entrenados para un solo fin: eliminar sin dejar rastro alguno de los enemigos del Imperio.
Dado su misticismo, los Lobos Especiales no confían en los Mil Hijos, debido a que consideran "Brujos" a estos últimos y esta enemistad no hace más que crecer por ciertas batallas y momentos que se pueden leer en estos dos libros.
Aún así pareciera que Russ, el primarca de los Lobos Espaciales, quiere salvar a su hermano y evitar un derramamiento de sangre pero es Horus quien finalmente convence a Russ de que, por su bien, debe de exterminar a Magnus y a todos sus hijos.
Como se puede ver, ambos tienen el destino determinado por su "inocencia" en la guerra y son manipulados por terceras partes, haciéndose cumplir finalmente los planes de otros más que los de ellos mismos.
La voluntad de ambos parece inquebrantable y al final esto es lo que hace el conflicto se escale de una manera brutal, con la aniquilación por completo de uno de los llamados "mas bellos" planetas de la humanidad.
Las batallas narradas en ambos libros son bastante buenas, muy bien detalladas y con elementos característicos en las personalidades de cada uno de los Astartes y/o rememoradores que acompañan a cada una de las legiones. Los personajes por los cuales a través de ellos conocemos a cada una de las legiones, nos involucran completamente y nos hacen sentirnos parte de cada legión.
Es sin duda un par de libros hartamente recomendados para quienes quieran involucrarse en el mundo de Warhammer 40k.
A lo que si creo, permitiéndome este comentario, es que al final son las pequeñas cosas las que desatan grandes enfrentamientos y que tan solo ver un poco más allá de nuestra nariz, nos podría evitar grandes, verdaderamente grandes problemas. Al final, una tragedia.
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